Beth U. ha sido donante de CSL Plasma durante más de un año. La nativa de Brecksville, Ohio, dona en el centro CSL Plasma en Parma Heights, Ohio.
Comenzó a donar porque se estaba considerando el uso potencial de plasma en respuesta a la pandemia y se había recuperado de COVID-19.
Ella planeó dejar de donar después de que sus niveles de anticuerpos ya no respaldaran la investigación, pero compartir una selfie tomada fuera del centro CSL Plasma en una publicación de LinkedIn cambió esto.
“Recibí un gran agradecimiento de los beneficiarios y familiares cuyas vidas se salvaron gracias a la generosidad de los donantes de plasma”, comparte Beth. “En ese momento, supe que tenía que seguir retribuyendo.”
Hacer lo increíble mediante la donación de plasma ha sido más gratificante de lo que Beth jamás hubiera imaginado.
“No tenía idea de cuán impactantes y necesarias serían mis donaciones. Impactante para mí e impactante para los pacientes”, comparte. “Espero con ansias la sensación que tengo cuando salgo del centro de donación sabiendo que estoy haciendo una diferencia. La donación de plasma es una excelente manera de retribuir y apoyar a otros que lo necesitan.”
Para cualquiera que esté un poco nervioso por la donación de plasma por primera vez, Beth comparte: “El conocimiento, la educación y la experiencia son el antídoto contra el miedo. El equipo del centro de donación es fantástico y lo apoyará en cada paso del camino.”
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